MUJER INDEBIDA
Mujer:
siempre indebida,
siembras silencios a borbotones.
Siempre rezagada
en los umbrales peligrosos.
Tienes que gritar
más fuerte que nadie:
que se asombren los niños.
Tienes que torcer
el destino innecesario:
que enmudezcan los sabios.
Tienes que subir
esa calle empedernida
y escudriñar tu llanto.
Tu sudor altera tus venas.
Desheredada
cantas de rodillas
la brutal letanía.
Tienes que transformar
tu ventana:
verterla al aire frío.
Mujer arrogante
ladrillo amadrinado;
no tienes que esperar:
**
PÉTALOS ASOMBROSOS
Sabes que tu sombra
no puede cambiarse;
desnuda tras la puerta
te deshilachas.
Tus manos
languidecen
en la sábana.
Muertas.
En el sótano.
Aquél donde siempre
escondes tu cara
**
MUJER ANTIFEMINISTA
Sabrás acallar el plomo
asegurado en tu cuerpo.
Ser tu verduga voraz,
silenciar tu furia.
Sabrás ser peor que ellos:
títere amaestrada
en la cuerda perfecta.
Cumplirás todas tus tareas:
expedita y diligente.
Oxidado tu lenguaje
de amaneceres.
Serás la más peligrosa:
la madre que educa
en los andamios de la muerte;
la hija que escupe las matrices;
la hermana que atornilla los candados.
Mas no sabrás evitar
el plomo que te mata
día a día.
Como una tormenta
milenaria
que vive.