ANA VEGA

PRINCIPIO DE IZQUIERDA

Me sitúo del lado de la izquierda.
Me sitúo del lado del modo en que me gusta
ensuciarme manos, pensamiento, acción, hechos,
actitud y modo de estar.
Me sitúo del lado de las personas y las cosas curvas
y de la memoria histórica, también respeto.
Me sitúo del lado del término exacto que define
y marca el coraje.
También los principios y tal vez éste, de izquierda,
que englobe al resto.
Me sitúo y doy un paso al frente no sólo en lo que vivo
sino también en esto que escribo. La palabra como germen.
Compromiso, sustento, testigo y testimonio,
recordatorio vivo de la vergüenza y la barbarie
y la deslealtad.
Me sitúo del lado de la izquierda y me pronuncio y me describo
desde y hacia este lado.
Y me atrevo a rescatar del olvido de la urgencia la palabra y el concepto
de clase obrera, del trabajador y la trabajadora,
del compañero y compañera, camaradas, tribu, manada
o necesidad de cambio desde el lugar donde ha de ser iniciado.
Me sitúo desde este lado con todo lo que eso implica.
Decido libremente elegir camino pero desde aquí, desde este lado, el que resiste,
el gran olvidado, también el salvador.
Sustento y equilibrio de esta débil balanza histórica
o batalla encarnizada entre la voracidad capitalista
y quien produce o reproduce una desigualdad que el poder
necesita para el engranaje perfecto de sus fuerzas o cobardía.
Me sitúo de este lado, el de la tierra.
Me sitúo de este lado con una profundidad cuyas raíces se remontan
al origen mismo, imposible arrancarme extremidad alguna
o voz, pues mis piernas son tan numerosas como las batallas
que las impulsan
y mis brazos la consecuencia exacta de la lucha y la fuerza
de todos y todas quienes decidieron situarse en este mismo lado
del que surge este cuerpo y se alza esta voz
y esta sangre que no teme ser derramada de nuevo
por una justicia que ha de iniciarse siempre desde este lado,
el de abajo, el más profundo, el más consciente,
desde un principio matemáticamente exacto de izquierda.

**

Anularon la piel de la clase obrera.
Arrojaron un sistema
de compra y venta
nuevo al mundo.
Engañaron al campesinado
que aún podía
permanecer al margen.
No hay lugar ya en esta orilla
para ser humano
de condición alguna
más allá del canalla
que devora tierra
y concepto original
de lucha,
batalla
o dientes
contra este sistema
que nos devora
a través
de nuestras propias manos.

**

El lento fluir
De la desesperación
Callada…

**

Primero me dijeron
lo que debía hacer,
luego lo que no
me estaba permitido.
Más tarde, me recordaron
una
por
una
mis obligaciones.
Cuando alcé el rostro
y busqué la mirada
del otro
no encontré derecho alguno,
sólo deber.
Decidí entonces situarme
al margen
de todo sistema
que no reconozco
como propio
y lanzarme de nuevo
al bosque,
al estado salvaje
que siempre
me recuerda quién soy,
cuál es mi origen.

**

Nadie se atreve a nombrarlo.
Clase Obrera.
Nadie se atreve a situarse dentro.
Clase Obrera.
Se sabe que aquello
que no se nombra
ni
existe
ni
permanece.
He ahí nuestro
error más grave
y mortal.
Heridos de muerte
avanzamos
desde entonces.

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