Hoy madrugué sin alarma
aún no clareaba el día.
Me conecté a internet:
John D. Rockefeller, a sus 99 años,
es transplantado de corazón
por sexta vez.
Apagué el ordenador.
Volví a la cama y abracé a mi mujer.
Temblando.
Nos casamos tras el primer infarto
para que le quedase una mísera
pensión de viudedad.