KHALED MATTAWA

ECHO & ELIXIR 2

Cairo’s taxi drivers speak to me in English.
I answer, and they say your Arabic is good.
How long have you been with us? All my life
I tell them, but I’m never believed.
They speak to me in Farsi, speak to me in Greek,
and I answer with mountains of gold and silver,
ghost ships sailing the weed-choked seas.
And when they speak to me in Spanish,
I say Moriscos and Alhambra.
I say Jews rescued by Ottoman boats.
And when they speak to me in Portuguese,
all my life I tell them, coffee, cocoa,
Indians and poisoned spears.
I say Afonsso king of Bikongo writing
Manuel to free his enslaved sons.
And Cairo’s taxi drivers tell me
your Arabic is surprisingly good.
Then they speak to me in Italian,
and I tell them how I lay swaddled
a month’s walk from here. I tell them
camps in the desert, barbed wire, wives
and daughters dying, camels frothing disease,
the sand stretching an endless pool.
And they say so good so good.
How long have you been with us?
All my life, but I’m never believed.
Then they speak to me in French,
and I answer Jamila, Leopold, Stanley,
baskets of severed hands and feet.
I say the horror, battles of Algiers.
And they speak to me in English
and I say Lucknow, Arbenz. I say indigo,
Hiroshima, continents soaked in tea.
I play the drum beat of stamps. I invoke
Mrs. Cummings, U.S. consul in Athens,
I say Ishi, Custer, Wounded Knee.
And Cairo’s taxi drivers tell me
your Arabic is unbelievably good.
Tell the truth now, tell the truth,
how long have you been with us?
I say my first name is little lion,
my last name is broken branch.
I sing “Happiness uncontainable”
and “fields greening in March”
until I’m sand and tired of truth,
and as usual I’m never believed.
Then they lead me through congestion,
gritty air, narrow streets crowded with
Pepsi and Daewoo and the sunken faces
of the poor. And when we arrive, Cairo’s
taxi drivers and I speak all the languages
of the world, and we argue and argue about
corruption, disillusionment, the missed chances,
the wicked binds, the cataclysmic fares.

ECO Y ELIXIR 2

Los taxistas de El Cairo me hablan en inglés.
Respondo, y dicen tu árabe es bueno.
¿Cuánto hace que estás con nosotros? Toda la vida
digo, pero nunca me creen.
Me hablan en farsi, me hablan en griego,
y respondo con montañas de oro y plata,
navíos fantasma navegando mares enfangados.
Y cuando me hablan en español,
digo moriscos y Alhambra.
Digo judíos rescatados por barcos otomanos.
Y cuando me hablan en portugués,
toda mi vida les digo, café, cacao,
indios y lanzas envenenadas.
Digo Alfonso rey de Bikong escribiendo
a Manuel para que libere a sus hijos esclavizados.
Y los taxistas de El Cairo me dicen
tu árabe es sorprendentemente bueno.
Entonces me hablan en italiano,
y les cuento como yací envuelto en vendas
a un mes de camino de aquí. Les cuento
campos en el desierto, alambre de espino, viudas
e hijas muriendo, camellos babeando enfermedad,
la arena que se extiende en un pozo sin fin.
Y dicen qué bien qué bien.
¿Cuánto tiempo has estado con nosotros?
Toda mi vida, pero nunca me creen.
Entonces me hablan en francés,
y contesto Jamila, Leopold, Stanley,
cestas de manos y pies cortados.
Digo el horror, batallas de Argel.
Y me hablan en inglés
y digo Lucknow, Arbenz. Digo índigo,
Hiroshima, continentes empapados en té.
Toco el ritmo de los sellos. Invoco
a la señora Cummings, cónsul de EE.UU. en Atenas,
digo Ishi, Custer, Rodilla Herida.
Y los taxistas de El Cairo me dicen
tu árabe es increíblemente bueno.
Ahora dinos la verdad, di la verdad,
¿cuánto tiempo has estado con nosotros?
Digo me llamo cachorro de león,
me apellido rama rota.
Canto “Happiness uncontainable”
y “fields greening in March”
hasta hacerme arena, cansado de tanta verdad,
y como de costumbre no me creen.
Entonces me llevan a través de los embotellamientos,
el aire arenoso, las estrechas calles llenas
de Pepsi y Daewwo y las caras chupadas
de los pobres. Y cuando llegamos, los taxistas
de El Cairo y yo hablamos todas las lenguas
del mundo, y hablamos y hablamos sobre
corrupción, desilusión, las oportunidades perdidas,
las jodidas obligaciones, las tarifas astronómicas.


(Traducción de Laura Casielles)

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