SANGRE DE ABAJO
Me laten cristales en el vientre
Y entre cráneo y pelvis me arde el exterminio
De mi propio yo
El final de cada periodo trae consigo
Una lluvia de estrellas muertas
Que tejen mis suicidios
Vuelvo a ser yo
Una y otra vez
Renazco cada treinta días
Para volver a morir
Entre regueros púrpuras
De cálido flujo sanguíneo
Me retuerzo en las noches de óxido
Como si bebieran de mi sexo
La vida que me ha sido concedida
Y el fuego del renacimiento
Cubre las paredes de mi útero
Desatando una hoguera contráctil
Caigo en mitad de la materia
Y siento las terminaciones nerviosas
De todos mis órganos rendidos y exhaustos
Me levanto confusa con el dolor
Clavándome las uñas en los riñones
Y extraigo del espeso caldo rojo de mi vagina
La armoniosa enseñanza de la Madre Tierra
Que ha hendido en mi interior
Las raíces de una vida finita y miserable