ANTONIO JIMÉNEZ MILLÁN

UNA CONFERENCIA

Ahora la estupidez sucede al crimen
(Luis Cernuda)

Pasaron por aquí hace ochenta años,
huyendo en desbandada.
El frío de febrero,
el mar grisáceo,
los aviones siguiéndoles:
sangre y más sangre por las torrenteras,
sangre por los desmontes,
por los acantilados y las playas,
allí, en la carretera de la muerte.

Estoy en una clase,
delante de un grupo de adolescentes.
Hablo de los poetas de aquel tiempo,
de la fidelidad y del exilio,
de todas las palabras
que nunca consiguieron derrotar
los asesinos.
Ellos no dejan de mirar los móviles,
se hablan en voz baja,
intercambian quién sabe qué secretos.
Algunos de sus abuelos, tal vez,
fueron supervivientes de aquel trayecto infame
entre Málaga y Almería.

Ya en casa, miro las noticias.
El olvido se suma a la maldad de entonces,
también la indiferencia o la mentira
que se ocultan detrás de la palabra patria.
Pateras, alambradas, bombardeos
y gente que huye ahora de otras guerras.

Aquella carretera ya no existe:
sólo restos de asfalto, viejos túneles
que se vislumbran desde la autovía.
Su huella fantasmal evoca un crimen,
y algo mucho peor:
me recuerda el presente.

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